
Este óleo sobre tela se inserta en el movimiento romántico francés, su autor Eugène Delacroix.
En él se a un énfasis al movimiento, mientras el color subraya la atmósfera dramática de la escena. De un desarrollo de cuatro planos, en los que se destaca la figura femenina que encarna la libertas del pueblo galo y el batallón. Enmarcados en un fondo difuso, grisáceo y iluminado por esta mujer.
Esta obra se impregna del sentimiento y deseo ciego de la anhelada libertad que se expresa como una revolución, un nuevo renacer hacia un próspero esplendor del ser humano.
Esta obra recoge los hechos revolucionarios ocurridos en las barricadas de París en 1830. Aquí aparecen representados un grupo de obreros, artesanos y burgueses, heroizando un hecho contemporáneo en el que aparecen representadas las diferentes clases sociales. Esta obra hereda de Géricault los cadáveres, no heroicos, vulgares, que aparecen en primer término. El fondo tiene un carácter abocetado, uniéndose el humo de la pólvora a la atmósfera.
La pincelada tiene un carácter suelto, pero la composición sigue siendo en friso, en una obra más conservadora formalmente que La balsa de la Medusa.